En las dos entradas anteriores se analizaron los problemas derivados del concepto de Patrimonio, tal y como viene definido en la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias (LPHC). La conclusión más evidente apunta a la dificultad para decidir qué bienes deben ser protegidos. Buena parte de los muebles e inmuebles están situados en esa amplia zona intermedia entre la excelencia y la ausencia de valor, y sobre ellos se suelen plantear agrias discusiones respecto a la obligación de conservarlos.
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